Nuestra Pedagogía

Estos principios tienen a la base el carácter propio de la Compañía de María, que recoge el Proyecto y el estilo educativo de Juana de Lestonnac.

Personalización (individualización) y atención a la diversidad. La persona como centro y protagonista del proceso educativo. Partiendo de la originalidad de cada persona, de sus capacidades y necesidades, se diseña su propio plan de intervención socioeducativa.

Entendemos la educación como una “relación que acompaña, integra y hace crecer”. El educador/a acompaña sin sustituir, facilita el proceso de desarrollo integral, de todas las dimensiones de la persona (intelectual, psicoafectiva, social y espiritual) en un clima de cercanía, afecto y respeto que posibilite la apertura al diálogo que es el momento educativo privilegiado. Se trata de ayudar a descubrir, a reconocer y a hacer crecer todas las capacidades que la persona tiene para sí misma y para los demás.

Constructiva, significativa y funcional, que tenga en cuenta las competencias básicas: aprender a ser, aprender a hacer, aprender a convivir, aprender a aprender y aprender a emprender. La intervención educativa ha de posibilitar a las personas crecer en autonomía dotándolas de conocimientos, habilidades y actitudes que puedan favorecer la construcción de su propio proyecto de vida y la transformación de su entorno generando procesos de inclusión social.

Aprendizaje cooperativo y participativo, de ahí la importancia del grupo en el proceso de sociacialización. Todas las personas han de ser capaces tanto de dar como de recibir, estableciendo interrelaciones positivas de ayuda mutua y desarrollando habilidades comunicativas y sociales que favorezcan una adecuada vivencia de la alteridad y de la interacción con la comunidad.

Metodología socioafectiva: Sentir-reflexionar-actuar, como método fundamental de la transmisión de valores. “Se trata de métodos que transmitan, de forma coherente, los mismos valores que están presentes en el mensaje. Que, además, aborde los temas de forma integral, no sólo a nivel cognitivo (aunque también), sino a un nivel emocional y empático que haga vivir en propia piel el tema que se trabaja, haciéndolo sentir como propio y fomentando las conductas prosociales y la participación.” Esta metodología pretende desembocar en un compromiso transformador.

“En comunidad y desde un Proyecto común” conscientes de que no educa una persona sola sino que educa una comunidad (educadores, prácticos/as, voluntarios, familias, otras instituciones). Desde la complementariedad es preciso mantener una buena coordinación para dotar de coherencia a todo el proceso de intervención socioeducativa, garantizar un buen clima educativo que lo facilite y permita ir dando respuesta a las urgencias educativas.

Atendiendo a la perspectiva de género. Desde una opción clara por la mujer, buscamos acompañarla en la afirmación de su identidad y en el desarrollo de las potencialidades que le permite desempeñar el papel que le corresponde en la transformación de la sociedad, equidad con el varón.

Interculturalidad favoreciendo el conocimiento y la valoración de la propia cultura así como una visión positiva de lo diferente como riqueza, de modo que posibilite una convivencia sana, respetuosa y generadora de vínculos efectivos.